“Voy a empezar diciendo una mala palabra: Drogas”, Victor Albarracín.
Eran las 3:00 de la tarde. Poco a poco el auditorio se fue llenando y cuando llegó la hora establecida por los organizadores, se dio inicio al Seminario Internacional. Víctor Albarracín, coordinador de esta iniciativa del 44 Salón Nacional de Artistas, dio la bienvenida a todos los asistentes, en su mayoría jóvenes entre los 18 y 27 años, muy atentos y con la expectativa de lo que se iban a encontrar el encuentro, donde el tema son las drogas y el poder de lo alucinatorio.
“Cuando hablamos de drogas no hablamos de basureros en una esquina”, señaló Albarracín en la presentación del evento, al referirse a las temáticas sobre las que girará cada una de las ponencias de los diferentes invitados especiales, que se extenderán hasta este 7 de octubre.
Los asistentes se conectaron con la intención del seminario: comprender que es posible tomar diferentes puntos de vista y discutir sobre la droga y el consumo, como elementos del desarrollo del mundo y el país en sus últimos años.
A su turno, Florencia Portocarrero (Perú), una de las ponentes de este evento y que guarda un carisma que resalta al hablar, saludó efusivamente y dio inicio a estos 4 días de conversaciones con una ponencia en la que explicó y comparó el uso de la droga química con aquella que es realizada de forma natural, pero que cumple con un solo propósito: ser medicinal.
Con atención, uno a uno de los invitados tomaba notas, algunas fotografías y varios, sobre todo estudiantes, filmaban para presentar sus trabajos en la universidad.
El capitalismo cognitivo fue el primer tema expuesto por Florencia. Con él, explicó la mecanización y la manera en la que el trabajo se ha vuelto más pesado cada día en la industria. Asimismo, señaló, en tono jocoso, que las incapacidades se han vuelto la excusa más constante en las empresas y, a la vez, puntualizó que una persona trabaja la mente como una maquinaria.
Otra de las muchas interpretaciones de su ponencia se centró en los procesos curativos y cómo las drogas pueden ser medicina natural.
Los aplausos cerraron su intervención.
Luego de ello, un descanso de 15 minutos y Warren Neidich empezó su charla, explicando todo desde el inicio de las cosas, desde una célula, para que los participantes entendieran bien dónde nació todo. Hizo varios chistes respecto a las drogas y aseguró que parte de su presentación ya la había dicho Florencia, en la anterior intervención. Destacó lo asombroso que resulta que dos personas que no han hablado compartieran los mismos conocimientos sobre un tema tan importante.
Aparte de las células, introdujo los debates en Estados Unidos, el comercio y la precariedad del trabajo, la valorización de los productos y el sobrecosto que a ellos se dan, además de esa delgada línea donde se ha roto el trabajo con el salario.
Al final, las intervenciones del público hicieron que el Seminario tornará de una forma grata, donde los ponentes respondieron las preguntas y dudas que se tenían, algunos chistes entre ellos y diferentes respuestas muy dinámicas. Todo esto hizo que este primer día de presentaciones fuera todo un éxito.